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El Día Internacional de la Mujer nace en el marco del movimiento obrero y sufragista de finales del siglo pasado y a principio de este.
Surgieron nuevas perspectivas que invitan a las mujeres a luchar por sus propias condiciones de vida y por su transformación.
El 8 de marzo de 1947, ciento veinte mujeres fueron ametralladas por la policía de Nueva York; también en esta fecha un grupo de obreras de una fábrica de textiles Cotton se fueron a la huelga en demanda de la reducción de la jornada de trabajo de 16 a 10 horas diarias. Asimismo pedían que el lugar de donde laboraran, estuviera ventilado e iluminado.
Como respuesta a sus demandas los patrones incendiaron la fábrica donde estaban protestando y las mujeres murieron calcinadas.
Estos hechos desgarradores y sangrientos se convirtieron en símbolo universal de la lucha de las mujeres; similar al del 1° de mayo que dio a la conmemoración del Día del Trabajo a causa de la represión sufrida por los “Mártires de Chicago”.
Los episodios en cuestión dieron lugar a que en 1908 en la misma ciudad de Nueva York, se realizara una marcha para conmemorar a las obreras que murieron calcinadas por demandar sus derechos.
Y es hasta 1910 que el líder social demócrata Clara Zetkin propuso en la 2° Conferencia Internacional Socialista de Mujeres en Copenhague, Dinamarca a la conmemoración del Día 8 de marzo como Día Internacional de las Mujeres para honrar a las valerosas obreras que murieron defendiendo sus derechos laborales.
Sin embargo, fue hasta 1977 cuando la asamblea General de las Naciones Unidas, convocó a todos los países del mundo, para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, como justo reconocimiento a la legitimidad de sus demandas por la reivindicación de sus derechos.
La lucha de las mujeres es irreversible; son tiempos difíciles ahora. La congruencia se mide día tras día, la confianza se debate en las distancias entre las palabras y los hechos. Son tiempos inéditos de esencial reflexión; la mitad de México, las mujeres estamos empeñadas en ser incluidas en el destino Nacional: Por derecho propio, por esfuerzo propio y por decisión propia.
Nuestro compromiso:
Atención diferenciada e integral a mujeres solas.
Las mujeres solas, cabeza de familia, corazón, fuerza y núcleo de la sociedad demandamos apoyo presupuestal a la generación de programas de capacitación y promoción de empleo con salarios dignos y atención diferenciada. Promover la generación de guarderías para hijos de mujeres solas, facilitar la educación de los hijos de mujeres solas con programa de becas, atendiendo a esta diferencia para construir con bases sólidas una mejor sociedad.