¡México cambia!
Lunes, 13 de agosto de 2012 / 07:56
Melitón Guevara Castillo
México es otro. México ha cambiado: el triunfo de la Selección Olímpica de futbol es uno de los signos; pero además, al observar, otros escenarios, como el político, el religioso, entre otros, tenemos que reconocerlo. El México de nuestros hijos no es igual al que, como jóvenes, vivimos, por ejemplo en la década de los 70.
¿Qué está cambiando en México? Creo que la mentalidad. Atrás quedan las explicaciones psicológicas de Samuel Ramos, José Vasconcelos y Antonio Caso, los precursores de la “mexicanidad” y además la visión que del extranjero tenían de nosotros: Alan Riding, en Vecinos Distantes, llego a establecer que nuestra característica principal es que no sabemos jugar en equipo.
México ha cambiado. En el escenario político, por ejemplo, en la década de los 70 se vivía la “Dictadura Perfecta” (Vargas Llosa) o la “Monarquía transexenal hereditaria en línea transversal” (Daniel Cossío Villegas). Hoy, ya vivimos la alternancia política y un Poder Legislativo que sólo avanza cuando hay consensos y acuerdos, es decir, civilidad política.
Nuestra generación vivió la etapa de la inexistencia de una oposición real. No ganaban ni las diputaciones y por eso nacieron las “plurinominales”, para oxigenar la democracia; la generación de nuestros hijos, el hoy, vive una época donde la figura presidencial ya no es omnipresente ni omnímoda; la crítica ya es cosa normal, de todos los días. La intolerancia ha dejado su lugar a la tolerancia político-ideológica.
El cambio que se está viviendo tiene un sustento: en la conciencia se han fijado nuevos valores y nuevas interpretaciones, se han desarrollado cambios en las actitudes. De los futbolistas, por ejemplos, les llamaban los “ratones verdes”; hoy, en ese cambio, les vimos atacar en todo momento, y, obvio, defender de manera contundente cuando fue necesario. Fueron otros.
Ese cambio de mentalidad de los futbolistas también lo vemos en los jóvenes de hoy. Basta señalar que el proceso electoral tomó un rumbo diferente cuando un grupo de jóvenes demandaron “equidad informativa”, y lo más significativo, que esa actitud nace y se desarrolla en una institución educativa que, por su naturaleza, está más comprometida con el status quo, con la burguesía, con las elites políticas y económicas del país.
El México de la generación de mi juventud es diferente al de nuestros hijos. Espero, deseo, anhelo, que el México que vivan nuestros nietos sea, sí, muy pero muy diferente al nuestro: que haya más participación ciudadana, menos corrupción, gobiernos más eficaces, más responsables y una sociedad más comprometida con el cambio, con la democracia y el desarrollo sustentable.
¿Qué está cambiando en México? Creo que la mentalidad. Atrás quedan las explicaciones psicológicas de Samuel Ramos, José Vasconcelos y Antonio Caso, los precursores de la “mexicanidad” y además la visión que del extranjero tenían de nosotros: Alan Riding, en Vecinos Distantes, llego a establecer que nuestra característica principal es que no sabemos jugar en equipo.
México ha cambiado. En el escenario político, por ejemplo, en la década de los 70 se vivía la “Dictadura Perfecta” (Vargas Llosa) o la “Monarquía transexenal hereditaria en línea transversal” (Daniel Cossío Villegas). Hoy, ya vivimos la alternancia política y un Poder Legislativo que sólo avanza cuando hay consensos y acuerdos, es decir, civilidad política.
Nuestra generación vivió la etapa de la inexistencia de una oposición real. No ganaban ni las diputaciones y por eso nacieron las “plurinominales”, para oxigenar la democracia; la generación de nuestros hijos, el hoy, vive una época donde la figura presidencial ya no es omnipresente ni omnímoda; la crítica ya es cosa normal, de todos los días. La intolerancia ha dejado su lugar a la tolerancia político-ideológica.
El cambio que se está viviendo tiene un sustento: en la conciencia se han fijado nuevos valores y nuevas interpretaciones, se han desarrollado cambios en las actitudes. De los futbolistas, por ejemplos, les llamaban los “ratones verdes”; hoy, en ese cambio, les vimos atacar en todo momento, y, obvio, defender de manera contundente cuando fue necesario. Fueron otros.
Ese cambio de mentalidad de los futbolistas también lo vemos en los jóvenes de hoy. Basta señalar que el proceso electoral tomó un rumbo diferente cuando un grupo de jóvenes demandaron “equidad informativa”, y lo más significativo, que esa actitud nace y se desarrolla en una institución educativa que, por su naturaleza, está más comprometida con el status quo, con la burguesía, con las elites políticas y económicas del país.
El México de la generación de mi juventud es diferente al de nuestros hijos. Espero, deseo, anhelo, que el México que vivan nuestros nietos sea, sí, muy pero muy diferente al nuestro: que haya más participación ciudadana, menos corrupción, gobiernos más eficaces, más responsables y una sociedad más comprometida con el cambio, con la democracia y el desarrollo sustentable.
CONTRAESQUINA
Egidio Torre Cantú a todo momento busca evidenciar que el trabajo de Gobierno se hace en “equipo”. Por eso, cuentan, vieron el partido de futbol donde México obtuvo oro olímpico. Ya visto en el plano gubernamental, a esa condición -de jugar en equipo- obedecen los recientes cambios… así como los ajustes que se hacen a la Ley Orgánica de la Administración Pública Estatal: reforzar las líneas de acción y cumplir la promesa de hacer de Tamaulipas un Estado Fuerte.
Este domingo es el Día Internacional de la Juventud. Y en este contexto José Cárdenas Castillejos, como líder del PRI municipal, entiende a los jóvenes, los integra e impulsa a los trabajos partidistas, ofreciéndoles una agenda que integra sus demandas y necesidades. Mayra Benavides Villafranca, como líder municipal del frente juvenil, hace bien su trabajo de activista política. Es otro cambio: hoy los jóvenes participan en política.
Guadalupe Perea Almanza siempre se ha caracterizado por ser una luchadora y defensora de los derechos humanos, pero sobre todo los de la mujer. De ahí que hace una exhortación a que las instancias gubernamentales operen de manera eficaz, eficiente. Y resulta, señala, que el Instituto de la Mujer no tiene titular, por lo que no se sabe qué hace, qué planes tiene ni con qué recursos cuenta. Queda, pues, para el apunte.
Comentarios:
meligue@prodigy.net.mx
Egidio Torre Cantú a todo momento busca evidenciar que el trabajo de Gobierno se hace en “equipo”. Por eso, cuentan, vieron el partido de futbol donde México obtuvo oro olímpico. Ya visto en el plano gubernamental, a esa condición -de jugar en equipo- obedecen los recientes cambios… así como los ajustes que se hacen a la Ley Orgánica de la Administración Pública Estatal: reforzar las líneas de acción y cumplir la promesa de hacer de Tamaulipas un Estado Fuerte.
Este domingo es el Día Internacional de la Juventud. Y en este contexto José Cárdenas Castillejos, como líder del PRI municipal, entiende a los jóvenes, los integra e impulsa a los trabajos partidistas, ofreciéndoles una agenda que integra sus demandas y necesidades. Mayra Benavides Villafranca, como líder municipal del frente juvenil, hace bien su trabajo de activista política. Es otro cambio: hoy los jóvenes participan en política.
Guadalupe Perea Almanza siempre se ha caracterizado por ser una luchadora y defensora de los derechos humanos, pero sobre todo los de la mujer. De ahí que hace una exhortación a que las instancias gubernamentales operen de manera eficaz, eficiente. Y resulta, señala, que el Instituto de la Mujer no tiene titular, por lo que no se sabe qué hace, qué planes tiene ni con qué recursos cuenta. Queda, pues, para el apunte.
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